Lo que realmente quiere recibir un Niño en Navidad

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En vísperas de Navidad vemos luminosidad por todos lados y la temporada nos envuelve muy rápido, en una ocasión me encontraba en el super y una niña tomada de la mano de su mamá le iba contando que faltaban pocos días para la llegada de Santa y que ya sabía qué iba a pedirle, yo pensé: ¿por qué los adultos no esperamos con la misma alegría esta fecha?

De niños así éramos pero conforme nos llenamos de experiencias y llegamos a la etapa adulta, la Navidad nos hace sentir nostálgicos -para algunos-, esto también al tener esa pintura de luces, personas abrigadas, casi todo ambientado con villancicos o tan solo por recordar si una situación en la familia no está del todo bien pero qué maravilloso sería dejarnos contagiar por la fantasía de los niños, pensé.

“Tiempo”.

Sabemos de la importancia del trabajo pero qué tal dedicar un día entero a los hijos, hacer todo lo posible por llegar a cenar con ellos, hacer experimentos en casa, cocinar juntos mientras platican de lo que se les ocurra, leerles un cuento o ayudarles con la tarea pero con toda la atención a sus pensamientos y formas de aprender, esos son los mejores regalos.

“Ser escuchados”.

Un niño que es escuchado con atención mientras cuenta sus inquietudes en la escuela, sus aventuras, sus juegos o hasta las caricaturas, es un niño que crecerá emocionalmente, será seguro de sí mismo y podrá desenvolverse mejor.

“Una familia unida”.

Los pequeños están atentos a lo que sucede en su familia y lo sienten, anhelan sentirse protegidos en un ambiente de hogar, si por situaciones de la vida los padres se separan se vuelven sensibles pero si entre sus dos héroes no hay una buena relación lo recienten más, lo mismo sucede con sus abuelos, tíos o primos. Limen asperezas.

“Jugar con mis Papás”.

Uno de sus derechos es más todo lo que un niño debe hacer, además de la tarea es jugar (y no precisamente en la Tablet) juegos de calidad entre amigos, correr, saltar y más si son juegos con sus padres que además ayuda en sus habilidades motrices, ya sabrás la felicidad que desbordan cuando los hijos comparten juegos con sus héroes.

“Compartir mis sueños y fantasías”.

Los niños absorben información de todo lo que escuchan de las películas infantiles, en los cuentos, con los amigos, se crean ambientes fascinantes, amigos imaginarios, canciones propias, esperan a Santa Claus incluso despiertos, no les quitemos esos paisajes de fantasía que les dan tantos motivos para sonreír y jugar.

“Paz y amor”.

Amor es todo lo que necesitamos y en el mayor regalo que tenemos llamado: Vida todos podemos poner un granito de arena para que haya paz, empezando con lo más pequeño, si contagias solidaridad, compasión y si perdonas, iniciamos un cambio que será global todo esto por ellos, por la inocencia, por los niños.

¿Es feliz tu niño interior?

Muchas veces queremos darle a los hijos lo que nosotros no tuvimos pero si se ha portado bien (con lo que le pedimos obediencia todo el año) lo que ha pedido en su carta se le concede pero recuerda que un buen juguete no es lo ideal para llenar un vacío, no te preocupes por darles lo mejor (o lo más caro) ya que lo mejor para ellos eres tú.

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