El secreto para vivir más puede ser una barra: hacer pesas al envejecer reduce el riesgo de morir, según un nuevo estudio del Colegio de Medicina de Penn State.
Los investigadores encuestaron a gente de 65 años y mayores sobre sus hábitos de ejercicio y los monitorearán durante 15 años. Casi un tercio de los participantes del estudio murieron durante ese periodo.
Menos del 10% de los sujetos entrenaban con pesas, pero esos pocos fueron 46% menos propensos a morir durante el estudio que todos los demás.
Claro, tiene sentido que los viejitos que hacen pesas tengan mejor salud para empezar. Sin embargo, aún después de amputaciones, enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, hábitos como el sedentarismo, alcoholismo y tabaquismo, las pesas fueron vinculadas a un 19% de reducción del riesgo de morir.
El entrenamiento de fuerza te puede mantener activo e independiente durante la vejez, comenta la doctora Jennifer Kraschnewski, autora del estudio. No solo fortalece tus músculos, provocando mayor resistencia, también incrementa la densidad de los huesos.
Juntos, estos factores reducen el riesgo de caídas y fracturas, las mayores causas de discapacidad para los adultos mayores.
Además, quemarás más calorías al día solo por tener más músculos en el cuerpo, lo que te ayudará a tener un peso saludable, indica la doctora Kraschnewski.
Así que, si ya estás haciendo pesas, no jubiles tus mancuernas.
NUNCA ES TARDE PARA EMPEZAR
El entrenamiento de fuerza puede ser seguro casi para todo el mundo, pero si eres mayor de 65 e inactivo, habla con tu doctor sobre cualquier precaución adicional que debas tomar, sugiere. Considera contratar a un entrenador para que te arme un programa diseñado a la medida de tus capacidades.
Y no creas que tu edad es un impedimento.
“Los adultos mayores son capaces de conseguir fortaleza similar a hombres con décadas menos solo con realizar rutinas de fuerza simple”, concluye la doctora Kraschnewski.