La historia es testigo de la importancia que juega en la formación de patrimonio contar con bienes, tierras o propiedades. Cada ciclo inmobiliario vivido en la economía mexicana ha dejado historias exitosas de ganancias a quienes han sabido tomar la mejor estrategia de inversión.
Más allá de la sabiduría popular de que “los bienes están para remediar los males”, la tenencia de inmuebles y el modelo que se sigue para construir un portafolio es y será la piedra angular.
Los caminos para construir un patrimonio son diferentes y con posibilidades de maximizar la rentabilidad o plusvalía en función del análisis de las diferentes observaciones que exige cada uno de los segmentos del negocio inmobiliario.
Tal vez, uno de los temas fundamentales al momento de realizar una incursión inmobiliaria es pensar en factores como el largo plazo y que en una inversión del tipo no existe la liquidez inmediata pero a cambio existen niveles superiores de ganancias.
Ya sea adquisiciones de departamentos, terrenos en ciudades, lotes turísticos o locales comerciales, el análisis y la estrategia que se sigan son pieza fundamental que dará el éxito en la decisión. Los mercados, las reglas y la combinación de variables siguen una lógica distinta.
Te invito a seguir esta ruta básica que enlista las posibilidades que ofrece el vasto mercado inmobiliario en el país, específicamente con terrenos.
Estacionamientos: cómo dinamizar la tierra
En los últimos 10 años el parque vehicular del país se duplicó. Esa condición ha generado una demanda importante por espacios de estacionamiento.
En la ciudad de México, donde existe el mayor déficit de aparcamiento, empiezan a generarse oportunidades importantes como los estacionamientos subterráneos.
En un esquema de largo plazo, con una buena ubicación y demanda sugerida, un terreno puede convertirse en una excelente opción para invertir.
El plan puede ir desde una operación simple de espacios de estacionamiento con obras menores al terreno, hasta un sofisticado proyecto de largo plazo (al menos de una década) donde un operador edifica y deja lo construido, una vez concluido el contrato.
Quien busque entrar al negocio debe tener como fundamento aprovechar las economías de escala en la contratación de seguros, experiencia en la administración de efectivo, trámites de operación y la responsabilidad en cuestiones operativas que ofrecen los operadores en el mercado.
Las posibilidades son múltiples y el riesgo se minimizará si se consideran los factores mínimos que exige el negocio.
Locales comerciales: el camino anhelado
Con más de 500 centros comerciales en el país y 58 que se planean agregar los próximos tres años, tener un local comercial siempre es una buena inversión.
La ganancia es distinta si se trata de un centro comercial o una plaza de menor escala. Las rentas mensuales en los edificios corporativos más sofisticados de la Ciudad de México pueden generar hasta 28 dólares por metro cuadrado.
Con todo, un local comercial con uso de suelo, ubicación, en el sector económico correcto, fácil acceso y estacionamiento disponible puede ser una gran opción para quienes con una buena tarea hecha, pueden esperar rendimientos anuales de hasta 8%.
Entre las reglas a tomar en cuenta, una indispensable es el uso de suelo, situación clave para un inversionista ya que es el principal atractivo que facilita la renta del inmueble.
Playas y centros turísticos, una opción al alcance
Cancún, Ixtapa, Huatulco y otros destinos turísticos generan a últimas fechas oportunidades importantes de inversión, en seguimiento al desarrollo residencial reflejado en corredores de vivienda media ubicados en Estado de México, Puebla, Querétaro y Guadalajara.
Esas zonas y sus desarrollos, son reflejo vivo del crecimiento de la vivienda integrada a las microciudades. Diferentes proyectos como los ubicados en Querétaro y Puebla han recibido compradores iniciales que al término de 12 o 18 meses, cuando la infraestructura mínima ha quedado constituida, revenden y llegan a obtener ganancias mínimas de 18 a 25%.
Caso distinto son los destinos turísticos con planes de desarrollo integral que hoy día están al alcance de quienes buscan hacer rendir su inversión. El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) dispone actualmente de 1,700 terrenos, entre los cuales figuran lotes hoteleros y comerciales pero también unifamiliares y residenciales. En este último segmento, pueden adquirirse lotes desde $500,000 pesos.
En la cartera de propiedades de Cancún hoy día pueden comprarse terrenos de 375 a 700 metros cuadrados con un precio promedio de $550,000 pesos hasta un millón de pesos, mediante planes de financiamiento con enganches diferidos y a pagar en ocho años con una tasa de interés de TIE más dos puntos.
En Ixtapa, actualmente existen lotes de 600 hasta 2,000 metros cuadrados con valores que van de $600,000 pesos hasta dos millones de pesos.
Este tipo de inversión tiene una ventaja para el comprador. Su lógica es en función de la capacidad de pago y su ingreso a destinos menos consolidados que ante el potencial previsto puedan ofrecer mayores ganancias al paso de los años.
En conclusión, no se requiere ser experto en la materia para darse cuenta de que el menú de opciones es amplio. Sin embargo, es necesaria una evaluación a fondo de las posibilidades que lleven a un final exitoso.
Se trata de depositar el patrimonio en una propiedad que genere valor y no que se convierta en un dolor de cabeza, con pérdidas significativas al bolsillo.